Es posible que el espacio de tu hogar no sea demasiado amplio, pero eso no significa que tengas que renunciar al vestidor que siempre has querido. ¡Todo es posible con un poco de maña!

No todos los vestidores tienen que ser kilométricos; con tres metros cuadrados tendrías que tener más que suficiente. Lo ideal es que se encuentren en tu dormitorio, pero también hay otros espacios que se pueden aprovechar para ello, como el pasillo o el mismo zaguán.

El vestidor puede diseñarse en una pared, en dos o incluso en forma de L o de U. Échale un vistazo crítico a cómo está distribuido tu dormitorio a ver si consigues ganar algo de espacio para el vestidor. ¡En ocasiones, basta con mover un poco la cama para ganar medio metro! También conviene revisar ropa y accesorios. ¡Dónalo si llevas varias temporadas sin usarlo!

A la hora de elegir la distribución del mismo, ten en cuenta qué tipo de prendas son las que más utilizas. Una vez sepas eso, sólo tienes que mirar la múltiple cantidad de accesorios que existen para organizar dentro de tu vestidor: pinzas para calzado, perchas, pantaloneros, cajoneras, etcétera.

Mide el tipo de ropa que más te gusta y piensa a qué tienes que darle preferencia, si a colgadores o estantes y cajones. Necesitarás también un espejo, un asiento y una buena iluminación.

Ajustar tu vestidor a un espacio dificil

También puedes proyectar vestidores en espacios complicados o poco ortodoxos. Aprovecha esquinas, entradas y recovecos para distribuir tu ropa de la mejor forma posible. ¡Y cuenta con nuestra ayuda para crear tu vestidor de ensueño!

Piensa en baldas extraíbles

Son cajones de pequeña altura, utilizables para pocas prendas. Puedes sacarlos sin problemas para no desordenar la ropa y tener todo más a mano.

¡Recuerda las temporadas!

Tendrás que reorganizar el vestidor cuando cambie el tiempo. Recuerda tener cajones para poder meter la ropa que no uses en ese momento, así podrás organizar mejor tus perchas.