Aunque pueda parecer una tontería, organizar tu vestidor de manera correcta te simplifica la vida. No es necesario que lleguemos al nivel de Marie Kondo, sin embargo; con estos diez consejos tendrás suficiente para tener un armario más organizado, más accesible y más fácil de mantener.
Olvídate de los cajones de sastre
Si hay un espacio vacío, ¡déjalo así! No lo llenes con cosas aleatorias simplemente porque haya espacio. La regla más importante a la hora de organizar el armario es agrupar las pertenencias. Camisas con camisas, pantalones con pantalones, zapatos con zapatos.
Así, cuando necesites algo, podrás encontrarlo con facilidad.
Las estanterías son flexibles
Si tienes más de 30 centímetros entre estanterías, siempre hay una oportunidad de añadir una estantería extra para tener más espacio de almacenamiento. Haz que tu espacio se acomode a tus necesidades, y no al revés. ¿Tienes muchas botas altas? ¡Aumenta el espacio para que quepan! ¿Tienes mucha ropa doblada? Disminúyelo para que los montones no sean difíciles de manejar.
Organiza por frecuencia de uso
Olvídate de poner el edredón nórdico en una zona fácilmente accesible. ¡Sólo lo vas a sacar una vez al año! Guarda esos sitios para lo que utilizas a diario, y mantén las cosas de uso poco frecuente en estanterías altas o al fondo de cajones.
Los grupos son la clave
Cuelga la ropa de manera que sea fácil encontrarla. Agrupa los tops, los pantalones, los vestidos, y utiliza perchas de diferentes colores para cada categoría.
Recuerda además la posibilidad de dividirlas por estación. ¿Por qué poner las minis al lado de la falda larga que sólo usas en los días más crudos del invierno?
Una alfombra lo cambia todo
Una pequeña alfombra dentro del vestidor hace que veas el espacio de forma diferente. Estos pequeños cambios estéticos hacen que dejes de ver el espacio como un simple lugar donde guardar las cosas, y lo transforman en una habitación que también puedes apreciar por su estética.
La uniformidad es importante
Haz que todas las perchas, contenedores y cajas de zapatos sean del mismo modelo. Lo harán más atractivo y te motivarán para mantener el espacio en perfectas condiciones. Guarda un cajoncito para perchas extra, así no tendrás problemas cuando traigas nuevas compras a casa.
Esta uniformidad visual hará que el espacio sea más limpio a la vista.
Los armarios son expansibles
Siéntete libre de moverte fuera del armario. Si tienes un rinconcito cercano o un muro libre, utilízalo como espacio extra de almacenamiento o monta un pequeño probador con espejo y mesa. Si hay objetos que no entren en tu armario o en el vestidor, prueba a recurrir al espacio de debajo de la cama.
Las divisiones aumentan la utilidad
Divide tu armario en zonas para cada categoría. Zapatos, accesorios, ropa del gimnasio, etcétera. Esto hace que tu cerebro haga una conexión rápida con la localización de cada cosa, y sabrás dónde ponerla cuando termines.
Los armarios son como pequeñas casas
La planta principal es la que está a nivel de vista. Guarda ahí lo que más utilices: ropa, accesorios, zapatos, etcétera. En el ático o planta superior, es donde puedes guardar las cosas que menos uses, los recuerdos, etcétera.
¡No te olvides de la escalerita!
Una escalera pequeña y a mano marca la diferencia. No te obligues a subirte a cualquier sitio con tal de no ir a por la escalera a otro rincón de la casa. Con un par de escaloncitos tendrás de sobra para llegar a lo más alto.
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